Por Yoss
Te voy a contar un cuento. De ciencia ficción, no faltaba más.
Imagínate un mundo paralelo, casi como este. Fíjate bien: paralelo y casi como este. No exactamente este, pero con helechos y dinosaurios y todo en su pasado, para que su gente, porque también tiene gente, claro, no carezca de carbón, petróleo ni pruebas de que Dios no lo hizo todo en un día.
¿Qué es lo que lo hace distinto entonces?
Mira, no sé… imagínate algunas diferencias históricas. Como que no existió Gengis Khan y fue su nieto Kublai el que empezó la invasión mongola del mundo. Que a Napoleón no lo derrotaron en Waterloo, sino en Amberes, Brujas u otra parte cualquiera.
¿Captas la idea? El mismo perro con diferente collar.
Entonces vamos al grano. El caso es que en ese mundo-como-este-pero-que-no-es-este hay cuatro supergenios criminales internacionales, tan supers, tan genios y tan internacionales que al lado suyo Moriarty, Fantomas, Lex Luthor y hasta Osama Bin Laden son niñitos de teta.
Son el Vikingo del Caos, el Gurú de la Irrealidad, el Loco de las Probetas y el Polaroide. O si te gusta más, Kurt Vonnegut, Philip K. Dick, Lucièn Le Fou, y Raúl Flores. Claro que a nadie le consta que esos sean sus verdaderos nombres. Por eso algunos les dicen los Cuatro Jinetes. INTERPOL los persigue, hay recompensas millonarias por sus cabezas, no se sabe qué cara tienen y todo eso.
Ah, se me olvidaba lo más importante: que no son criminales porque roben los bancos, pongan bombas o intenten destruir el mundo con toda su gente para irse a morir de aburrimiento en Marte.
La cosa es que, en sus superlaboratorios supersecretos, han creado el virus de la juventud. Una combinación de proteínas e información genética que cuando le entran a las células del tipo más anciano, ortodoxo y conservador que te puedas imaginar le viran el ADN al revés, y lo llenan de ganas de hacer locuras. Como montar en patineta, leer El guardián en el trigal, oír todos los discos de Nirvana de pegueta, ponerse a escribir versos de amor o comprarse un buen perro pastor alemán para jugar con él a tirar el palito.
El virus es supercontagioso. Y además de crearlo, lo han regado por el mundo.
Huy, ¡Qué miedo, no?
¿Te lo imaginas? Maestros, ministros, policías, médicos, toda esa gente seria y responsable, de pronto jugando a los cogidos en los pasillos de los centros de trabajo, a empinar papalotes en la azotea de los cuarteles y a mirarles debajo de la bata a las enfermeras en los hospitales, y leyendo a Sallinger día y noche.
El caos. No se haría nada. Todo se detendría. El fin de la civilización.
¿O no?
Sea como sea, parece que la cosa no es tan grave. Porque algunos científicos casi tan supergeniales como los Cuatro Jinetes, pero que están a favor del orden, han logrado una cura contra ese horrendo virus. Todavía no se puede evitar que contagie a nadie, pero el tratamiento por lo menos evita que la cosa sea tan grave y la hace solo temporal.
Que ¿te gusta mi cuento?
Eh, calma. No me digas ni sí ni no. No hace falta.
Solo hazme un favorcito: deja de imaginarte mundos paralelos y boberías de esas y mira a tu alrededor. En este mundo la cosa está muy jodida. No tengo que hablarte de la guerra de Iraq ni del terrorismo ni del hambre ni del SIDA, ni de todo lo demás. Tú sabes.
Pero Kurt Vonnegut y Philip K. Dick son solo dos escritores de ciencia ficción bastante raros, y además, el segundo se murió. En cuanto a Raúl Flores, sigue escribiendo frenéticamente aunque ya no quiere ser más el Polaroide…
Pero lo peor es que aquí la gente joven, después de unos años, se vuelve seria y responsable, pierde las ganas de montar en patineta y de tener un perro, de oír Nirvana… y a todo el mundo le parece normal.
No te digo más: como Taladrid en Pasaje a lo desconocido, saca tú ahora tus propias conclusiones.
Pero de todas maneras, si oyes hablar de un tal Lucièn Le Fou, dame un silbidito.
A lo mejor no todo está perdido todavía ¿no?
22 de junio de 2005
* Yoss, pseudónimo de José Miguel Sánchez Gómez (Ciudad de La Habana, 1969). Autor cubano de ciencia ficción. Entre otros ha escrito Timshel, Los pecios y los naúfragos, Se alquila un planeta o Pluma de león.Ha obtenido varios premios: Premio de la revista Juventud Técnica, Premio David y Premio Plaza de ciencia - ficción. Premio de cuentos Ernest Hemingway, entre otros. Su amplia obra ha sido publicada en Argentina, México e Italia. Puede ser considerado el máximo exponente del ciberpunk cubano.
miércoles, 23 de enero de 2008
Los cuatro jinetes
Publicado por Ivis en miércoles, enero 23, 2008
Etiquetas: Yoss
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6 comentarios:
Hola Yoss,
Pues creo que hay todavia gente contagiada por la juventud eterna, Ivis, creo que es el ejemplo lo más crecano que tenemos.:)
Jajaja, Zuza, apretaste. Eres un sol, amiguita.
Hola Joss, encantada de leerte por aquí. ¿Aún sigues con aquella imagen juvenil de pelo largo y traje negro, pulseras punk y rostro angelical? ¿Por dónde andas ahora? ¿Qué estás haciendo?
Hola Isaeta, Yoss está en Cuba, con lo cual la conexión a Internet es difícil, ya sabes, pero le he enviado tu comentario para que lo vea cuando abra su correo, a ver si te puede contestar. Gracias por pasarte pro este rinconcito.
Respuesta de Yoss para Isaeta:
Disculpa si demoro en contestarte, es que mi conexión a Internet es más bien precaria. sí, sigo genio y figura y seguiré hasta la sepultura. Pulseras de pinchos, pelo largo, de negro a menudo... pero no siempre. Ah, gracias por lo de la cara angelical, parece que todavía no tengo arrugas, te mando una foto reciente.
No sé quién eres, pero si quieres escribirme directamente, mi email es
yoss00@hotmail.com
Vivo en Cuba, sigo escribiendo cuentos, novelas y artículos, ahora canto además en un grupo de rock, TENAZ, no tengo hijos ni aspiro a tenerlos, y estoy solo (o sea, que no tengo esposa, me he casado y divorciado dos veces desde el 91 hasta hoy) pero bien acompañado.
Un beso, y gracias por escribir.
Gracias Ivis por avisarme y ya sabes que siempre paso a leer buena literatura.
Me ha encantado leer aquí a Yoss y más aún saber que sigue siendo el mismo, que no se ha rendido ni por dentro ni por fuera y que continúa así de lindo, diferente y talentoso.
Claro que te escribiré a tu correo, Yoss para recordar viejos tiempos, cuando éramos más jóvenes y mucho más indocumentados...ja,ja,ja y leíamos cuentos en unos talleres muy serios, cada sábado, en la UNEAC.
Un beso grande, y una vez más, no cambies.
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