martes, 3 de junio de 2008

Yayo Álvarez entrevista a Pepe Colubi


El escritor y periodista asturiano Pepe Colubi, colaborador habitual de publicaciones como El Jueves o Cinemanía, presentará el próximo viernes su novela California 83 en la Librería Literanta de Palma. El libro narra las desventuras de un adolescente español en los Estados Unidos de principios de los 80.

Después de varios libros sobre rock y televisión, ¿cómo surge el salto a la ficción?
La idea nació en mayo de 2000. Estaba comiendo con un buen amigo, el escritor y periodista Enrique Bueres, y le conté algunas anécdotas de mi estancia en California. Él me dijo que si le daba forma a esas aventuras podía haber una novela.

¡¿Hace ocho años?!
Bueno, aún tardé un par de años en ponerme a escribir. Al no tener compromiso editorial me lo tomé con más calma de la habitual; la primera versión la terminé a finales de 2003 y a partir de ahí empezó otra novela: encontrar editorial.

¿Cómo llegó a Espasa?
Yo había ido enviando el original a varias editoriales, pero con mucho orden y sin ninguna prisa. La última en rechazarla, por ejemplo, tuvo el manuscrito más de año y medio sobre la mesa hasta que decidieron no editarla; yo mismo me asombro de mi paciencia, o desidia, que ya no sé cómo llamarlo. El año pasado, Espasa me ofreció escribir un libro sobre televisión; acepté gustosamente pero también les comenté que tenía una novela inédita. Me pusieron en contacto con Miryam Galaz, editora de ficción, y enseguida decidió publicarla.

Seguro que nunca le han preguntado cuánto hay de autobiográfico en California 83.
Siempre surge la cuestión, pero es comprensible: sería mucha casualidad que yo haya estado en California en 1983 y que el protagonista se llame Pepe. Me gusta decir que, como los telefilms de sobremesa, la novela está «basada en hechos reales». En efecto, yo viví muchas de las situaciones descritas, pero hay que tener en cuenta que las escribí 20 años después. La memoria es selectiva y caprichosa; seguro que hay cosas que doy por ciertas que poco tendrán que ver con lo que sucedió. Además de eso, hay una serie de personajes y situaciones absolutamente ficticios; mi año en Estados Unidos se parece tanto a la novela como una vaca a un entrecot al foie. Están hechos de lo mismo pero tienen poco que ver. ¿O no?

Antes hablábamos de sus libros sobre tele y rock; ambos están muy presentes en la novela.
Fue uno de los mayores contrastes que yo experimenté al llegar a California. En 1983 sólo teníamos una cadena de televisión en España que no emitía el día entero (la tele matinal empezó en 1986); yo me encontré 35 canales en la tele y uno de ellos era MTV, que apenas si tenía dos años de vida. Además, pude ver en directo a Police, Madness o los Clash, además de bandas de reggae como Steel Pulse o Third World. Yo estaba literalmente en el paraíso.

Usted sí, pero el protagonista de la novela no tanto.
Desde que empecé a escribir decidí potenciar el sentido del ridículo del personaje, de esa forma es más fácil identificarse con su patetismo de andar por casa, esa sensación de vergüenza que todos experimentamos en la vida (sobre todo a los 17 años) cuando estás fuera de lugar y crees que todo el mundo te observa si metes la pata. Es muy gracioso y absurdo visto desde fuera y con otra edad.

Otra de las pulsiones evidentes de la edad adolescente es el sexo.
Por supuesto, pero no sólo de los adolescentes, también de los adultos. Es fácil imaginar la de estereotipos que las películas y series de televisión han ido instalando en nuestro cerebro. A principios de los 80 todavía vivíamos en un país que salía del gris; la idea de adentrarse en un instituto con animadoras saltarinas, taquillas en los pasillos y bailes de graduación sonaba a explorar galaxias lejanas. Y al final te das cuenta que ser adolescente tiene los mismos inconvenientes en cualquier parte del mundo. Las ventajas de esa edad (que son muchas) sólo las aprecias cuando ya eres viejuno.

¿Se siente cómodo escribiendo narrativa? ¿Es California 83 el inicio de una bonita amistad con el género?
Me gustaría ser el nuevo Juan Rulfo; no por su estilo o temática sino por haber logrado la gloria con una sola novela. Cómo sé que eso es imposible, le voy dando vueltas a otras novelas; ahora mismo se me antoja un camino largo y tortuoso, pero las reacciones tan positivas de los primeros lectores me están animando más de la cuenta. Ellos serán culpables de haber creado un monstruo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

He leído la novela de Colubi y se la recomiendo a todo el mundo por su calidad literariaq y por lo bien que te lo pasas leyéndola. La experiencia del usuario es más que satisfactoria.
Claude Fernández.

TELEpatético dijo...

Un libro más que recomendable, igual que sus otros currelos. Yo soy fan de este tipo, oiga.

 
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